Uno de estos embalses es El Villar. La presa del El Villar, la más antigua en uso, se finalizó en 1882 (entró parcialmente en funcionamiento en 1873). Con sus 50 metros de altura y sus 107 metros de largo en su coronación, fue la presa más alta de España, y una de las más avanzadas de Europa. De la Cuenca del Lozoya, es la más pequeña de todas las presas, pero al ubicarse antes del Embalse de El Atazar, tiene una gran importancia.
Dentro de la importante función de los embalses, más allá del abastecimiento de agua, su utilidad como reguladoras de los caudales de los rÃos las hacen imprescindibles. Habitualmente, semanas antes de la llegada de la primavera, con el comienzo del deshielo y las frecuentes lluvias, la red de embalses suele alcanzar sus máximos anuales, y es entonces cuando entran en juego los desembalses, perfectamente calculados, que, en ocasiones, resultan sumamente espectaculares desde el punto de vista turÃstico.
Millones de litros de agua forman una espectacular catarata en la Sierra Norte de Madrid
En torno a los últimos dÃas de febrero y los primeros de marzo, cada año, el Embalse de El Villar sobrepasa el nivel de su gran aliviadero en uno de los laterales de la presa y se forma una catarata por la que caen miles de litros cada segundo. Esta ingente cantidad de agua no se desperdicia, ya que alimenta al Embalse de El Atazar, el siguiente geográficamente.
En esta ocasión, con la ayuda de las continuadas lluvias de los últimos dÃas, en pocas horas, durante el fin de semana, el Embalse de El Villar pasó de poco más del 90% de su capacidad a superar el 100% y comenzar el desembalse por los aliviaderos y las canalizaciones, formando el clásico espectáculo de la catarata junto a la presa. A diferencia de otros años, el mayor nivel de agua (106% el domingo 9 de marzo, por la mañana) está suponiendo unos caudales de desembalse de 140 m3/segundo, lo que supone que cada hora, El Villar arroja más de 500 millones de litros al Embalse de El Atazar, que provoca un espectáculo mucho más imponente de lo que es habitual.
Teniendo en cuenta que la catarata formada tiene un ancho que no supera los 50 metros, un caudal tan elevado llega a ser superior al paso de agua por cada metro lineal que el de muchas de las más famosas cataratas del mundo. Salvando las distancias, por caudal y tamaño, serÃa equivalente a una quinta parte del tramo estadounidense de las cataratas del Niágara, aunque en un entorno más angosto, y siendo algo tan efÃmero que no suele permanecer asà más allá de unos dÃas.
Siguiendo este ritmo de crecimiento, los poco más de 75 hm3 que restan para llegar al máximo nivel del Embalse de El Atazar podrÃan alcanzarse en solo unos dÃas. Si esto ocurre, entonces sà podrÃa verse algo muy poco habitual, que es el rebose de la presa de El Atazar y que se forme una gran cascada que cae a plomo (por la construcción de bóveda de la presa) desde 134 metros de altura, en un espectáculo impresionante que pocas veces se repite. (10 de marzo de 2025)
El rÃo Lozoya proporciona más del 60% de los recursos hÃdricos de toda la Comunidad de Madrid (590 hm3 de los 950 hm3 totales de la región). En sus 90 kilómetros de longitud, no solo vertebra la 
