La buena cocina es otro de los grandes atractivos turísticos de la Sierra Norte. Si quiere que su visita resulte completa, es imprescindible comer en algunos de los restaurantes de la Sierra Norte de Madrid los platos que conforman la gastronomía tradicional serrana, sencilla pero variada y de ricos sabores.
Entre quienes se acercan a la sierra, la estrella indiscutible es la carne, ya sea a la brasa, asada en horno de leña o sazonada con alguna de las hierbas aromáticas que se dan en la zona como el tomillo. El jugoso y gran chuletón es el plato más demandado, si bien también cuentan con gran popularidad el entrecot (igual de suculento y que puede acompañarse por alguna salsa), el cordero asado y las chuletas de cordero. Es bastante frecuente que en los restaurantes sirvan carne de Indicación Geográfica Protegida Carne de la Sierra de Guadarrama. De ternera y añojo, es sabrosísima y se caracteriza por su color rojo brillante e intenso, su textura firme y su aspecto ligeramente húmedo.
Mención especial merecen también los judiones del lugar (que se dan en los municipios de Horcajuelo de la Sierra, Montejo de la Sierra, La Hiruela, Prádena del Rincón y Puebla de la Sierra), jugosos y de carne tersa y fina que, al cocerse a fuego lento, adquiere una textura muy suave. Son de color blanco, gran tamaño, de forma arriñonada y ligeramente aplanada. La manera más popular de tomarlos es en un exquisito guiso a base de judiones, patatas y carne, aunque también es muy frecuente prepararlos en ensalada con las ricas hortalizas que se cultivan en las huertas serranas.
Otro producto destacado es la miel, que no sólo se utiliza para la elaboración de postres (es habitual tomarla con todo tipo de dulces, con queso y con helado, yogur o cuajada), sino también para acompañar a las chuletas de cordero, las berenjenas, los pescados y las ensaladas o para elaborar numerosas salsas. Existen distintos tipos que varían en color y sabor dependiendo de su procedencia floral (en la región, destacan la de romero, la de brezo, la de viborera, la de zarza y la multifloral). Las mieles claras tienen un gusto suave y un aroma delicado, mientras que las oscuras poseen un sabor más acusado.
La Sierra Norte también cuenta con quesos de cabra, pues se trata de uno de los dos núcleos principales de ganado caprino de la Comunidad de Madrid. Los rebaños pertenecen mayoritariamente a la raza autóctona Cabra de Guadarrama y producen una leche que, gracias a su alimentación variada y natural, es determinante en la excelente calidad del producto final. Son quesos semicurados y curados de textura y consistencia equilibradas, pasta de un color uniforme y brillante y aromas y sabores intensos.
En temporada, se dan los productos de matanza (como los embutidos caseros de cerdo), numerosas setas (la Sierra Norte cuenta con un abundante patrimonio micológico) y la carne de caza (de corzo, jabalí, perdiz, liebre, conejo...).
Como aperitivo es habitual tomar torreznos, que, además, acompañan a uno de los platos más característicos de la zona, las patatas secas. Se trata de una receta tradicional que consiste en un puré de patatas cocidas con pimentón dulce y el aceite donde, anteriormente, se han frito los torreznos. Otros de los platos más populares de la Sierra Norte son la sopa castellana, las sopas canas (alimento de pastores preparado con leche, azúcar, torreznos y pan) y las migas, cuya elaboración puede variar en cada municipio. En La Hiruela, por ejemplo, suelen prepararse con pero, una variedad de manzana muy característica de la localidad con la que también realizan las populares ostias (peros cortados en finas rodajas que se rebozan con huevo, se fríen y se sirven acompañadas de naranja).
Las comidas finalizan con una variada oferta de postres caseros de tradición serrana como los hojaldres, los almendrados, las cuajadas y las tartas.