Hoy paseamos de Rascafría a El Paular

Rascafría, además de ser el municipio con más extensión de la Sierra Norte de Madrid, cuenta con la cumbre de nuestra comunidad, el pico de Peñalara (2.428 m), y con otros muchos lugares atractivos. Parte de Rascafría es Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, en Rascafría se encuentran el circo y la laguna de Peñalara, el Monasterio de Santa María de El Paular, las Presillas, las Cascadas del Purgatorio, el Bosque de Finlandia (o el bosque finlandés de Rascafría), el Puente del Perdón, los puertos de Cotos y de La Morcuera, el nacimiento del río Lozoya, la Presa del Pradillo, el Arboreto Ginés del los Ríos, el Mirador de los Robledos, la propia localidad de Rascafría y su pedanía Oteruelo del Valle... un sinfín de lugares atractivos no solo para pasar un día, y de los que iremos hablando.

Entre todos estos lugares, hoy proponemos un paseo muy agradable, de poco más de dos kilómetros, que va desde el pueblo de Rascafría hasta El Paular, y desde allí nos da acceso a muchos de los sitios más emblemáticos del municipio: el Monasterio de El Paular, el Puente del Perdón, el Arboreto Ginés de los Ríos, el Bosque de Finlandia, Los Batanes, el inicio de la Ruta a la Cascada del Purgatorio...

Este paseo, que forma parte del Camino Natural del Valle del Lozoya (que va desde el Puente del Perdón a El Cuadrón), y del que hablaremos en otra ocasión, se inicia a la salida del pueblo, hacia Cotos, frente a la oficina de turismo, y junto al cementerio, en la avenida de El Paular. Desde ahí, discurre en paralelo a la M-604, en ocasiones pegado, en otras, un poco más separado, entre chopos y fresnos, algunos centenarios. A los pocos metros, el camino forma parte de un parque urbano, con aparatos de ejercicio, hasta sobrepasar las últimas casas del pueblo. A partir de aquí, se transita por un agradable camino junto a grandes arboledas, a la izquierda, y la carretera de Cotos, que se ve entre los árboles, a la derecha.

Enseguida, se pasa frente a las antiguas instalaciones de la Sociedad Belga de los Pinares del Paular, donde se encuentran los aserraderos que esta antigua empresa (fundada en torno a 1830, dentro de la Desamortización de Mendizábal), que venía manteniendo y explotando una vastísima extensión de pinos silvestres, y que recientemente fue adquirida por el Estado. A los pocos metros, parte un camino, a la izquierda, que conduce hacia el Puente de las Barandas y a los restos de los antiguos molinos y fábrica de papel, pero nuestro paseo continúa, de frente, junto a la carretera.

Aproximadamente a la mitad del recorrido, pegado al camino, se encuentra el Resguardo de la Cañada, un bonito descansadero-refugio de piedra y madera, muy de montaña, que sirve de descanso o resguardo para los días de lluvia. A no más de unos 250 metros, a la derecha, al otro lado de la carretera, entre la frondosa vegetación se comienza a ver la tapia de las huertas del Monasterio de El Paular, y, a nuestra izquierda, el camino comienza a ir junto al río Lozoya. Durante este último tramo, hay varios asomaderos al río, muy bucólicos.

Frente a la entrada al monasterio, junto al camino, se llega al Arboreto Giner de los Ríos, una muestra de especies arbóreas de distintos lugares del mundo, que se mantienen agrupadas en este lugar, a pesar de las singularidades de su procedencia, gracias al particular clima de Rascafría.

Cruzando la carretera por el paso que hay pocos metros más adelante, se puede entrar en la zona del Monasterio, aunque la visita requiere reserva, y que trataremos en otro episodio de Sendas Madrileñas. Junto al paso está el Centro de Visitantes Valle de El Paular, que da acceso al Puente del Perdón, desde donde se ven unas de las más bonitas vistas del Monasterio de El Paular, bajo las montañas de Peñalara, y también desde allí se accede a Los Batanes, al Bosque de Finlandia, a las Presillas, a las cascadas del Purgatorio...

De vuelta, Rascafría en un pueblo muy animado, con acogedores restaurantes donde disfrutar de la gastronomía serrana y con confortables alojamientos rurales para alargar la visita y descubrir todos los atractivos de este municipio.

[Ver otras Sendas Madrileñas]