Braojos es un bonito pueblo serrano, ligeramente en alto, que se divisa desde la A-1, poco después de pasar Buitrago del Lozoya. Desde su posición privilegiada, permite observar espectaculares panorámicas de gran parte de la Sierra Norte de Madrid: Somosierra, Sierra Cebollera, la Sierra del Rincón, la Mujer Muerta, Peña de la Cabra, Sierra de La Cabrera, Montes Carpetanos...
El pueblo, a casi 1.200 metros de altitud, con poco más de 200 habitantes, está muy cuidado. Braojos cuenta con casas rurales, restaurantes... y la Iglesia de San Vicente Mártir, construida a principios del siglo XVII, con una imponente y caracterÃstica torre campanario, y escenario de una de las celebraciones más singulares de la Sierra Norte: La Pastorela. La Pastorela es una danza tradicional con más de 500 años, donde, en Navidad, los pastores bajaban al pueblo a honrar al niño Dios con sus mejores corderos, bailes y música interpretada con instrumentos rudimentarios y artesanales.
Del pueblo, parten rutas que están bien señalizadas, como la Ruta del Cigüeñuela, un recorrido sencillo, de unos 4,5 kilómetros, ideal para los dÃas en que buscamos caminar bajo el sol, cuando no aprieta mucho, ya que prácticamente todo el camino esta despejado. Se parte de la plaza, siguiendo las indicaciones, camino de la iglesia (momento en que la podemos visitar), y bordeándola se continúa por la calle del Viento hasta dejar las últimas casas de la localidad, donde se cruza el trazado del ferrocarril bajo un puente.
Ascendiendo poco a poco por el camino del Molino, una amplia pista por la que puede circular algún coche, se comienza a tomar perspectiva del paisaje. Poco después de haber recorrido un kilómetro, en un ensanche que hace el camino, se contemplan unas bonitas vistas del pueblo, en primer plano, y a su alrededor, mirando por cualquiera de las direcciones, todas las montañas que circundan el Valle Medio del Lozoya.
Continuando por la pista poco más de 500 metros, otra de las señalizaciones nos indica tomar un desvÃo a la izquierda. Allà comienza un sendero que va descendiendo lentamente hacia una zona arbolada que esconde el arroyo de la Cigüeñuela, al que nos iremos acercando poco a poco, hasta llegar a su orilla, cruzándolo entre piedras justo antes de llegar al trazado del ferrocarril Madrid-Burgos.
Nada más cruzar el rÃo, el sendero discurre en paralelo a la vÃa del tren, hasta llegar, a unos 250 metros, a un puente que cruza las vÃas. Desde este punto, podemos ver el tramo que nos alcanza la vista, y que se pierde por un lado en una larga curva, y por el otro en uno de los muchos túneles que atraviesan el montañoso relieve de la Sierra Norte de Madrid. Observar las vÃas nos lleva a una melancólica mirada que nos retrotrae a los tiempos en los que veÃamos pasar por este sinuoso trazado los trenes de pasajeros y de mercancÃas que circulaban hacia el norte. Ahora, ya no tiene tráfico desde que, en 2011, un desprendimiento en unas obras en el túnel de Somosierra interrumpió el servicio, y no ha vuelto el trasiego de los trenes desde entonces.
Tras cruzar el puente, y ver desde allà también una bonitas vistas, el sendero se va ensanchando y haciendo curvas hasta llegar a una zona arbolada entre muros de piedras que separan fincas, por lo que es la cañada de la Puente Ancha, hasta llegar al camino que une Braojos con Gascones, que tomamos a la izquierda, para terminar volviendo a Braojos por la calle del Pozo.