Cuando comienza el deshielo de las cumbres, la Presa de El Villar suele superar el nivel máximo y comienza a caer agua por el gran aliviadero que tiene en un lateral, formando una cascada de unos 50 metros de altura que resulta muy espectacular.
Esta presa, que es la más antigua que está en servicio en Madrid (finalizada en 1882), tiene la altura de un edifico de 15-16 plantas, y coincide con el desnivel que tienen cataratas tan famosas como las de Niágara, aunque, claro está, en un paso mucho más estrecho.
Aunque, han pasado ya los caudales exagerados que tuvimos a principios de marzo, y que provocaron que hayan estado aliviando no solo los embalses de la Sierra Norte de Madrid, sino casi todos los de la Comunidad de Madrid, ya solo está desembalsando El Villar, y poca cantidad, con caudales de 15-20 m3/s, que, aunque son considerables, no alcanzan los 140m3/s que tuvieron y que fueron un espectáculo único.
Aunque pueda parecer un derroche, para controlar los cauces y evitar riadas, se desembalsa en casi todas las presas, evitando que lleguen al 100%, pero el caso de El Villar, como tras la presa comienza el embalse de El Atazar, que es el más grande de todo Madrid, toda esa agua aliviada, va a El Atazar, que cuesta más llenarlo.
Aunque hay un pequeño aparcamiento junto a la presa, para hacer alguna senda madrileña, es recomendable continuar, al menos, 500 metros más allá por la carretera, hasta la zona recreativa de Casasola. Por allà cruza la gran ruta de la Senda del Genaro, y continuando por el sendero que parte de la zona recreativa se rodea un pinar, y en menos de un kilómetro llegamos hasta la presa de El Villar, viendo bonitas vistas de la garganta donde se encaja esta presa, y varias perspectivas tanto de la presa como de la cascada que forma el aliviadero.
Para andar un poco más por este precioso paraje de la Sierra Norte de Madrid, lo ideal serÃa ir hasta Robledillo de la Jara, y desde allà coger la Senda del Genaro en dirección a El Villar por una pista cómoda, y en ligera bajada. A unos tres kilómetros, se llega a la carretera que une la Presa con Cervera de Buitrago y Robledillo, justo donde está la zona recreativa de Casasola, continuando el camino anterior.